First Sunday of Advent Reflection

Author: Nicole O'Toole Peterson '15

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Advent is the Church's season leading up to the celebration of Christmas. Advent is a uniquely joyous and hopeful season in the Church. The Advent season is a time of preparation that directs our hearts and minds to both the anniversary of Our Lord's birth on Christmas as well as Christ's second coming. During Advent, we memorialize Jesus' first coming, but we also prepare for Jesus' second coming. During the Advent season, we begin a new liturgical year, renewed by His birth. We light candles amidst the darkness and we find warmth in this cold and dark winter season. 

 

Advent is a season of preparation. In today's first reading, Isaiah calls for a renewal and re-commitment to the covenant and trust in God; likewise, we are invited to renew and re-commit ourselves to our faith in this season of Advent. Today's gospel reading calls for us to prepare our souls for the coming of Christ. Matthew warns, "at an hour you do not expect, the Son of Man will come." We should act as if we do not know when Christ will come, because we do not. In our second reading, Paul wrote that we should "put on" Christ. This is the way that we prepare for Christmas - by doing good and living God's love for all. We are encouraged to prepare for the celebration of Christmas as we would prepare for the second coming of Christ. May we act with deeds of righteousness. May we "put on" Christ every single day between now and Christmas. 

 

 

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El Adviento es el tiempo de la Iglesia que conduce a la celebración de la Navidad. El Adviento es una época singularmente alegre y esperanzadora en la Iglesia. El Adviento es un tiempo de preparación que dirige nuestros corazones y mentes tanto al aniversario del nacimiento de Nuestro Señor en Navidad como a la segunda venida de Cristo. Durante el Adviento, conmemoramos la primera venida de Jesús, pero también nos preparamos para su segunda venida. Durante el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico, renovados por su nacimiento. Encendemos velas en medio de la oscuridad y encontramos calor en este frío y oscuro invierno.

El Adviento es un tiempo de preparación. En la primera lectura de hoy, Isaías nos llama a renovar y renovar nuestro compromiso con la alianza y la confianza en Dios; asimismo, se nos invita a renovar y renovar nuestra fe en este tiempo de Adviento. El Evangelio de hoy nos llama a preparar nuestras almas para la venida de Cristo. Mateo advierte: «A la hora que no esperáis, vendrá el Hijo del Hombre». Debemos actuar como si no supiéramos cuándo vendrá Cristo, porque no lo sabemos. En nuestra segunda lectura, Pablo escribió que debemos "vestirnos" de Cristo. Así es como nos preparamos para la Navidad: haciendo el bien y viviendo el amor de Dios por todos. Se nos anima a prepararnos para la celebración de la Navidad como nos prepararíamos para la segunda venida de Cristo. Que actuemos con obras de justicia. Que nos "vestimos" de Cristo cada día desde ahora hasta Navidad.